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 Apenas comencé a leer Miradas me sonreí como nos hace sonreír todo aquello que se nos presenta como familiar porque las voces que reúne esta recopilación de escritores hispanohablantes tienen la particularidad de sentirse muy cercanas, sobre todo, para aquellos que hemos emigrado alguna vez. Este libro está lleno de valentía comenzando por sus tres editoras: Alejandra Borea, María de los Ángeles Scheggia y Erika Stehli quienes desde Berlín apuestan por la lengua castellana y por el arte de la encuadernación a mano; hecho que merece mencionarse ya que la editorial Buch Buch trata con igual cuidado y esmero al objeto y su contenido. La misma valentía la muestran los autores ya que ellos saben lo que es estar solos y lejos para relatarlo en sus cuentos. Las historias nos hablan de los avatares del emigrar, de la distancia y su relatividad porque, a veces, una provincia de Argentina, como Jujuy, puede percibirse más remota de Buenos Aires que la europea Berlín. Las voces de Miradas conocen lo que es pisar una ciudad que se siente lejana por más de que se viva en ella y luchan por hacerla propia aunque esta se resista. Asimismo, la mirada posada en la distancia se hace presente entre la voz del yo y los otros y algunos relatos nos presentan un itinerario que recorre indolente la tragedia ajena dejándonos, como lectores, bastante solos. La pandemia también se asoma en los cuentos con su huella inexorable para volvernos aún más extraños entre los extraños y convertir el simple ayer en un sueño. Los ojos que componen Miradas se posan también en nuestra parte más humana y nos confiesan la frustración de los vicios heredados y la ardua lucha por ser diferente a nada menos que un progenitor. O bien, esa misma mirada, se eleva como ojo de águila y nos habla desde las alturas sobre los misterios de la vida y su fin. El libro Miradas está hecho por escritores que no tienen miedo de observar al mundo de frente y nos lo cuentan sin pelos en la lengua pero no olvidan —y con gran acierto— poner su música de fondo. Constanza Flores

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